Hay noticias, que puede uno leer tan solo en la prensa digital, que te provocan ese arrebato de decir, "estoy hasta las narices de comportarme como una persona civilizada."
Y hay un dicho que dice: “mientras mas te agachas mas se te ve el culo”.
Hoy tras leer la noticia de que en Gibraltar se amenaza a los Guardias Civiles por vigilar las aguas que, para más mofa, son españolas, me hace sentir, no se puede decir mal, sino… cabrearme, y todavía esta palabra no expresa realmente mi sentimiento.
Esta es la noticia:
“Tras meses de incidentes entre patrulleras españolas y las autoridades gibraltareñas en aguas de nuestro país, los agentes han recibido órdenes, verbales, de no vigilar la zona pese a pertenecer a España y retirarse a 1,5 millas del Peñón.”
La orden no ha sido dada por escrito sino verbalmente para que no quede rastro oficial de esta retirada, y hablan de malestar y desilusión en la Benemérita y apuntan que ya sólo falta que se ponga por escrito el reconocimiento de que dichas aguas son gibraltareñas y no españolas.
Y mientras tanto, ¿Qué hace el Ministro de Interior, Rubalcaba?
El problema para el Gobierno no es que las patrulleras de la Guardia Civil sufran un acoso casi diario en las aguas del Estrecho, por parte de la Royal Navy. El conflicto real es que estos hostigamientos se den a conocer. Eso es lo que evidencia la postura del ministerio del Interior que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba, que, además de no poner cerco a estos acosos, lo que busca ahora es que la opinión pública no esté informada de ellos. El Ministro Rubalcaba, ha dado instrucciones precisas de localizar a los guardias civiles que hayan filtrado estos episodios a la prensa. Para ello, se ha puesto en marcha una auténtica caza de brujas en la que el ministerio está convencido de que estas filtraciones provienen de algún miembro de dentro del cuerpo. Por ello, las unidades de especialistas de asuntos internos están centrando sus esfuerzos en dar con los chivatos, con aquellos que tratan de que se conozcan los vergonzosos episodios que están pasando en el Estrecho.
Pero Interior se olvida de que, aunque consigue silenciar al Cuerpo, muchos de las decenas de incidentes se han dado a conocer por la propia embajada británica. Así ocurrió, por ejemplo, con el último de ellos, en los que transmitió una queja a Exteriores de que había adoptado "medidas defensivas" al ver una embarcación de la Guardia Civil acercarse a un buque de guerra británico.
¿Se les ha puesto a ustedes el mismo cuerpo que a mí, tras leer la noticia?
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