Cómo ha cambiado el cuento desde la última vez que el presidente se dejó caer por el programa de TVE. El "obámico" Zapatero estaba para pocos chistes y no digamos los ciudadanos…
Vaya si han cambiado las cosas desde que José Luis Rodríguez Zapatero estuvo por última vez en Tengo una pregunta para usted de TVE. Entonces, el bonito discurso del presidente lograba "dormir" a los ciudadanos que le preguntaban, algunos eran hasta amables, pocos le contestaban y hasta se permitían algunos chistes y risas por parte de ambos.
Este lunes por la noche, casi nadie tenía ganas para bromear, Zapatero estaba más serio que de costumbre y los ciudadanos le replicaban y le repetían una y otra vez que se dejara de palabras bonitas y que ya saben todos que habla muy bien, que es un "espadachín del verbo" (como le recordó Begoña de Vizcaya), pero que no se fuera por las ramas.
Las preguntas fueron muy directas y al grano, y los allí presentes no querían "rollos". Incluso los de su "cuerda" fueron duros con él y Rafael hasta le llamó hipócrita por vender armas a países que no respetan los derechos humanos, "¿tiene usted idea de cuántos civiles palestinos han matado nuestras armas?", le espetó. Zapatero intentó anular las preguntas (casi todas sobre el desempleo y la crisis), pero esta vez no le bastaron las "palabras bonitas".
Cuando Jaime insistió en saber qué pensaba que había hecho mal y de qué se arrepentía, Zapatero terminó por confesar que lamentó sus declaraciones triunfalistas acerca del terrorismo de ETA un día antes del atentado de la T-4. Pero cuando otra chica quiso saber si se le había pasado dimitir, cómo hacen los presidentes o los entrenadores de los clubes de fútbol cuando las cosas van mal, ahí dijo que "nones".
Que los políticos son elegidos por la mayoría y que tienen una responsabilidad, que tienen que dar la cara y que eso es lo que él estaba haciendo esa noche allí.
Un enfadado Rafael le espetó que con la tercera parte de lo que gana el presidente mantendría a su familia, y Zapatero volvió a animarle a mantener la esperanza, sin entrar a confirmar lo que cobra.
En debates más complicados no quiso entrar el dirigente socialista y se negó a contestar a un sacerdote allí presente si creía que el embrión o el feto es un ser humano. Se limitó Zapatero a defender el derecho de la mujer a realizar un aborto sin ser criminalizadas por ello.
Vaya si han cambiado las cosas desde que José Luis Rodríguez Zapatero estuvo por última vez en Tengo una pregunta para usted de TVE. Entonces, el bonito discurso del presidente lograba "dormir" a los ciudadanos que le preguntaban, algunos eran hasta amables, pocos le contestaban y hasta se permitían algunos chistes y risas por parte de ambos.
Este lunes por la noche, casi nadie tenía ganas para bromear, Zapatero estaba más serio que de costumbre y los ciudadanos le replicaban y le repetían una y otra vez que se dejara de palabras bonitas y que ya saben todos que habla muy bien, que es un "espadachín del verbo" (como le recordó Begoña de Vizcaya), pero que no se fuera por las ramas.
Las preguntas fueron muy directas y al grano, y los allí presentes no querían "rollos". Incluso los de su "cuerda" fueron duros con él y Rafael hasta le llamó hipócrita por vender armas a países que no respetan los derechos humanos, "¿tiene usted idea de cuántos civiles palestinos han matado nuestras armas?", le espetó. Zapatero intentó anular las preguntas (casi todas sobre el desempleo y la crisis), pero esta vez no le bastaron las "palabras bonitas".
Cuando Jaime insistió en saber qué pensaba que había hecho mal y de qué se arrepentía, Zapatero terminó por confesar que lamentó sus declaraciones triunfalistas acerca del terrorismo de ETA un día antes del atentado de la T-4. Pero cuando otra chica quiso saber si se le había pasado dimitir, cómo hacen los presidentes o los entrenadores de los clubes de fútbol cuando las cosas van mal, ahí dijo que "nones".
Que los políticos son elegidos por la mayoría y que tienen una responsabilidad, que tienen que dar la cara y que eso es lo que él estaba haciendo esa noche allí.
Un enfadado Rafael le espetó que con la tercera parte de lo que gana el presidente mantendría a su familia, y Zapatero volvió a animarle a mantener la esperanza, sin entrar a confirmar lo que cobra.
En debates más complicados no quiso entrar el dirigente socialista y se negó a contestar a un sacerdote allí presente si creía que el embrión o el feto es un ser humano. Se limitó Zapatero a defender el derecho de la mujer a realizar un aborto sin ser criminalizadas por ello.
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