Los sufridos espectadores tuvimos que padecer las inclemencias de viento y lluvia, el pasado domingo 29 de noviembre, viendo a nuestro Peñarroya C.F. como se alzaba al liderato.Probablemente todas las personas que estábamos en el campo de fútbol Casas Blancas disfrutamos de un partido que puso al Peñarroya C.F líder de la tabla, pero el techado que debía protegernos de las inclemencias, no pasó de ser el último de la tabla de campos que he visitado en los desplazamientos del Peñarroya C.F.
Siempre he pensado que en Peñarroya cuesta mucho “parir” algo, y siempre he creído que cuando se hacían era para casi toda la vida.
Pues bien, creo que después del domingo, los técnicos pensadores y diseñadores del techado que cubre las gradas del campo de fútbol, tendrán que rehacer dicho techado o bien se les quitará la calificación de técnicos y se les colocará el de chapuceros.
En los partidos en los que ha hecho buen tiempo y el “Lorenzo” ha calentado, la sombra incidía en el recién estrenado césped, dejando nuestras espaldas, nucas y tonsuras bien calientes, ya se oían algunos comentarios; ¡pues cuando llueva nos pondremos chorreando!, a lo cual alguna persona miembro de la actual corporación y equipo de gobierno contestaba; ¡ habrá que esperar a que llueva y ya veremos!.
Pues ya lo hemos visto y sentido. Y como es evidente el agua, siempre o casi siempre, viene unida al viento y el techado, la lo veíamos venir, no ha realizado su función.
Algunos nos pusimos chorreando, otros menos, pero todos nos mojamos.
Ahora quienes se tienen que “mojar” son los responsables de la obra y darle una solución, rápida y eficaz al techado, aunque nosotros no queremos dejar pasar esta oportunidad, para hacer una recomendación para que los “técnicos”, la tengan en cuenta.
Creemos que sería suficiente levantando una pared por detrás de las gradas hasta la altura de las chapas, y colocar más visera por delante. Con esta solución podremos disfrutar de más partidos del Peñarroya C.F., sin mojarnos y sin que nos dé el sol.
